☹️#7 Rafael Noya, de diputado a secretario de la gobernación

Los hechos inéditos en el Departamento del Magdalena, en muchos casos superaron la realidad incluso muchos personajes confundieron sus roles y no entendieron para que fueron elegidos.

El caso del diputado Rafael Noya, es el caso evidente de la confusión de roles. A pesar de ser elegido con los votos de fuerza ciudadana, su condición de diputado lo llamaba a realizar el control político o administrativo a las ejecutorias de la gobernación del Magdalena, sin embargo lo que se pudo ver en las sesiones de la asamblea fue algo inesperado para todos sus colegas.

En medio de las sesiones o debates de control político, el Diputado Noya se convirtió en el fiel auxiliador de los pésimos secretarios de la gobernación del Magdalena, quienes de manera reiterada presentaban proyectos de ordenanzas en indebida forma y por tanto eran objetados por la plenaria de la asamblea.

Lo curioso de lo anterior, es que Rafael Noya, a pesar de los paupérrimos proyecto de ordenanzas era quién conocía más al detalle lo que quería la gobernación y mientras los neófitos Secretarios se pegaban de sus argumentos para tratar salvar los desastres de proyectos.

La actitud del Diputado Noya fue cuestionada por sus colegas, pues mientras ellos hacían el control constitucional correspondiente, él se dedicaba a denigrar y maltratar al resto de los diputados de la asamblea.

Los debates fueron tan candentes, que la diputada Elizabeth Molina le ripostó al diputado Noya su actitud dentro de la corporación y que su defensa secretarial se debía a los contratos que tenía a través de interpuestas personas en la gobernación y la alcaldía de Santa Marta para la distribución del agua en carrotanques.

La confusión de roles del Diputado Rafael Noya, hoy tienen a la Asamblea del Magdalena con una triste historia en la que el control político se volvió en la protección de un gobernador con la excusa de una votación como si los demás Diputados no hubiesen sido elegidos por el pueblo.

Por esto entonces, la confusión de Rafael Noya,  le ha valido el honroso sexto puesto como el peor personaje en el departamento del Magdalena.

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