Un fuerte vendaval azotó la región de Caño de Aguas, Magdalena, destruyendo los techos de al menos 15 viviendas. Las autoridades aún no han respondido ante la desesperación de los afectados.
En la madrugada de hoy, la tranquila región de Caño de Aguas, en el municipio de Zapayán, Magdalena, fue sacudida por un violento vendaval que dejó a decenas de familias en la intemperie. Los fuertes vientos, acompañados de una intensa lluvia, provocaron la destrucción de techos en al menos 15 viviendas, causando estragos significativos en la comunidad.
El líder comunitario, que prefirió mantener su anonimato por temor a represalias, detalló que las láminas de zinc y otros materiales fueron arrancados por los vientos huracanados, dejando a los residentes sin protección contra las inclemencias del tiempo. “Esto es un desastre, las familias lo han perdido todo y nadie viene a ayudarnos”, declaró con angustia.
Hasta el momento, las autoridades locales no han realizado una evaluación exhaustiva de los daños, lo que ha generado un sentimiento de abandono entre los habitantes de Caño de Aguas. La comunidad, que ya enfrentaba condiciones precarias, ahora se enfrenta a la desesperación de no tener un lugar seguro donde resguardarse, mientras las promesas de asistencia se demoran en llegar.
