“No existe persona alguna, que obligue a Marta Isabel Castañeda Curvelo a posesionarse en un cargo que no quiero ejercer”

Por: Tata Sánchez Oviedo

Una mala jugada en este partido de ajedrez en donde de forma acelerada el alcalde de Santa Marta, acostumbrándose a mover fichas, fracasa al intentar mover a la reina. La Doctora Marta Castañeda afirmó no obedecer a las peticiones del alcalde Martínez que respondían a ser reubicada del área Jurídica al departamento de Contratación Distrital.

“Me enteré que la semana siguiente a la que se había dispuesto mi rotación a ese cargo ya había una audiencia en temas del estadio, yo iba a sostener mi concepto. No iba a quedar yo frente a la ciudadanía de Santa Marta como que el estadio no se terminaba o entregaba por mi culpa. Ese estadio tiene el contrato vencido desde agosto del año pasado, no había contrato de interventoría, no había pólizas, entonces el contrato no se puede ejecutar

Aunque la secretaria afirma desconocer si la ciudad de Santa Marta, en un futuro agradecerá la transparente gestión que viene desempeñando de manera desinteresada en estos momentos, dice no arrepentirse en ningún momento por cada esfuerzo que ha realizado.

“El alcalde me quiso rotar a la oficina de Contratación, inicialmente dije que sí y pensé tal vez, de manera ilusa, colaborar desde esa oficina igualmente porque los temas son jurídicos contractuales, pero me encontré y en razón del ejercicio de mi cargo he tenido conocimiento de varios contratos, cuyo desarrollo no comparto y que no entro a calificar de ilegales ni de irregularidades porque eso les corresponde a los organismos de control y a la Fiscalía” manifestó la secretaria quien además aclaró que el alcalde Martínez no es su jefe y por tal razón no obedecerá a ningún cambio.

La secretaria jurídica agregó además que “aquí existe un gabinete y somos colaboradores de la administración, no somos los porteros ni los subalternos que puedan obedecer decisiones, en mi caso, con las que yo no esté de acuerdo desde el punto de vista jurídico” comprometiéndose con la ciudad, el tiempo restante que la ley de garantías la protege para cumplir con una labor transparente.

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