Ante la Contraloría Departamental, la diputada Elizabeth Molina Campo exigió que se investigara la existencia de un presunto ‘médico invisible’ y a los responsables del cierre del centro de salud del corregimiento de Guáimaro en el municipio de Salamina.
La diputada Elizabeth Molina Campo presentó denuncia formal ante la Contraloría Departamental para que se investigue la queja que recibió por habitantes de Guáimaro que aseguran hay un ‘médico invisible’ laborando en el puesto de salud del corregimiento.
Molina Campo investigó y encontró que existe un contrato entre el hospital Local de Salamina y el médico Aldair Alvarado Quintero por ocho millones de pesos mensuales bajo concepto de la “Prestación de servicios profesionales como general en el servicio de urgencia” sin embargo, no se estaría cumpliendo a cabalidad.
“Mi denuncia pretende que se investigue y se corrobore la información allegada por los mismos pacientes, quienes aseguran que el médico contratado no se ha presentado a trabajar desde que fue contratado… ¡es un ‘médico invisible’!”. Afirma Molina Campo.
Igualmente, exige a la Contraloría Departamental que se apersone de la crisis que enfrenta el municipio de Guáimaro en materia de salud, para que investigue por qué se cerró el único puesto de salud que tiene dicho corregimiento.
EL PASEO DE LA MUERTE
Tras denunciar públicamente el cierre del puesto de salud y la falta de atención médica a una bebé, la diputada Elizabeth Molina Campo pidió a la Superintendencia de Salud, al Ministerio de Salud y a la Gobernación del Magdalena apersonarse e intervenir frente a una crisis que amenaza con dejar a merced de la muerte a más de 5.000 habitantes.
“El Magdalena está en crisis hospitalaria; tanto los hospitales del Departamento como los que son descentralizados y les pertenecen a los municipios, están en la misma situación: asfixiados financieramente porque el gobernador Carlos Caicedo tiene guardados multimillonarios recursos que le pertenecen a los hospitales por conceptos del Sistema General de Participación, al parecer, para gastarlos en el 2023, año de campañas políticas”. Precisó Molina Campo.
Más de 5.000 habitantes del corregimiento de Guáimaro están sin puesto de salud, sin atención médica de urgencia y sin ambulancia. El centro médico más cercano está a dos horas en vehículo desde el corregimiento hasta la cabecera municipal, lo que prácticamente constituye, una condena de muerte para quien se enferme.
