Por: Tata Sánchez Oviedo
Colombia sabe a cumbia, la costa sabe a cumbia, pero un municipio del departamento del Magdalena, llamado El Banco, porta una gran pollera de agua que baila al son del viento, con el sonido de una gaita y un tambor.
Su majestad la cumbia, máxima representación del sentir colombiano, deja dentro de su género musical, tal vez la canción más icónica, compuesta por el gran maestro José Benito Barros Palomino, sonada por primera vez en 1969 y titulada LA PIRAGUA.
La piragua de Guillermo Cubillos, un hombre que después de navergar entre varios municipios del Magdalena y el Cesar, decidió radicarse del todo en Chimichagua, lugar donde conforma su familia en el año 1919, mismo año en el que inició la construcción de una embarcación en madera con más de diez metros de largo y tres de ancho, con el principal objeto de llevar productos variados entre el Banco viejo puerto y las playas de amor en Chimichagua.
En aquella época, cuando José Barros tenía escasos 8 años de edad, vio por primera vez una inmensa chalupa que transportaba mercancía hasta el municipio de Chimichagua en el Cesar, liderada por un cachaco vestido de blanco que decidió echar raíces en tierras caribeñas, con la idea de que el municipio no contaba con una canción que lo representara, surge de las entrañas del maestro, una cumbia romántica que a primera impresión, no sería vistosa por carecer de ‘sabrosura o desparpajo’.
Después de varias puertas cerradas y de falta de credibilidad, hoy tiene 50 años de reconocimiento a nivel nacional e internacional y bailada en cada versión del Festival Nacional de la Cumbia, que cada año, para el mes de agosto, al igual que el carnaval de Barranquilla y la Fiesta del Mar de Santa Marta, se lleva a cabo en el municipio de El Banco Magdalena.
