La crisis de los campesinos en la Sierra Nevada: una lucha de 40 años

Redacción: Katia Vásquez
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Luis Bedoya, presidente de la Federación de Campesinos de la Sierra Nevada, denuncia la inacción del gobierno frente a más de 40 años de violencia y extorsión por grupos armados, afectando a los campesinos de Cesar, Magdalena y La Guajira.

En una reciente entrevista con ElArticulo.co, Luis Bedoya, presidente de la Federación de Campesinos de la Sierra Nevada, expuso las graves dificultades que enfrentan los campesinos de la región debido a más de 40 años de conflicto armado. La Sierra Nevada, que abarca los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira, ha sido un escenario constante de violencia y desplazamientos forzados por parte de grupos armados.

Luis Bedoya relató que, aunque respalda las marchas en apoyo a las fuerzas militares y al gobierno, él personalmente no ha convocado a los campesinos a movilizarse. La razón principal es la desesperanza y el miedo que sienten los agricultores ante la inacción del Estado frente a los grupos armados que controlan la región. Estos grupos ejercen un poder abrumador, obligando a los campesinos a pagar extorsiones conocidas como “vacunas”, que a menudo exceden sus capacidades económicas.

Bedoya explicó que los grupos armados no solo exigen pagos a los campesinos, sino también a comerciantes, transportadores y hasta mototaxistas, creando un clima de opresión constante. Las tierras son invadidas, y los propietarios son desplazados o asesinados si se niegan a colaborar. “Es como un cáncer que parece eterno”, lamenta Bedoya, quien ve con desesperanza la falta de intervención efectiva por parte del gobierno.

Desapariciones y desplazamientos forzados

La situación es aún más grave con la desaparición de personas. La unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el Magdalena no ha respondido adecuadamente a las solicitudes de exhumación de fosas comunes, según Bedoya. La falta de acción en este sentido perpetúa el sufrimiento de las familias que buscan a sus seres queridos.

La inacción del gobierno local y nacional es otro punto de gran preocupación. Bedoya criticó la falta de garantías para los campesinos, que durante décadas han estado sometidos a las reglas impuestas por los grupos armados. No hay un alcalde, gobernador, ni presidente que haya trabajado efectivamente para mejorar la seguridad y el bienestar de estos territorios.

“Nosotros no tenemos libertad para desarrollar el campo”, dijo Bedoya, subrayando que las tierras de la Sierra Nevada tienen un potencial agrícola enorme que no puede ser explotado debido a la constante amenaza de violencia. La promesa de un futuro mejor sigue siendo un sueño distante mientras los campesinos luchan por su supervivencia diaria.

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