Los jóvenes beneficiados viven en condición de vulnerabilidad en zonas como Calabazo, Los Naranjos y La Revuelta, son beneficiarios del programa “Anfitriones para la Paz”.
Más de 100 jóvenes que viven en zona rural de Santa Marta y el Magdalena serán beneficiados del programa “Anfitriones para la Paz”, una iniciativa que impulsa la inclusión económica de jóvenes en el sector turístico y gastronómico, revalorizando los saberes y sabores de las regiones y exaltando la diversidad de los territorios.
Esta iniciativa es financiada por la Embajada del Reino de Los Países Bajos, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola – Fida, como parte de una apuesta que permita vincular al sector rural con los circuitos urbanos de alimentación, y desarrollo territorial en los sectores gastronómico y turístico.
En el Magdalena, los beneficiarios son jóvenes en condición de vulnerabilidad que viven en zonas como Calabazo, Los Naranjos y la Revuelta. La formación se realiza a través de escuelas móviles, donde se ofrece programas novedosos de formación en cocina, servicios de alojamiento y turismo para jóvenes, brindándoles herramientas para generar ingresos y para rescatar y revalorizar los productos locales.
“Es una apuesta para rescatar los productos locales y promover un turismo sostenible, en el que se ofrecen diplomados a jóvenes que están cerca de zonas turísticas como el Parque Tayrona y que se pretende, posteriormente apoyar emprendimientos” señaló Cristina Arrieta, coordinadora del programa ‘Anfitriones Para La Paz’ de ICCO Cooperación.
BECAS SABOR CARIBE
El lanzamiento de la campaña Becas “Sabor Caribe” tuvo lugar en la Universidad del Magdalena, siendo una alianza que se realiza con tiendas Makro, sector empresarial holandés en Colombia que buscará que los clientes hagan donaciones en las cajas de los almacenes para aportar al programa de becas, y de esta manera, más jóvenes de la región Caribe accedan a las formaciones del Programa.
La Escuela de Formación Anfitriones para la Paz, hace parte de los programas implementados por Icco-Conexión, una empresa social de desarrollo holandesa, que lleva más de 30 años trabajando en Colombia a través de programas y proyectos dirigidos a diferentes comunidades, especialmente jóvenes, pequeños productores campesinos/as, mujeres y pequeñas y medianas empresas.
Durante su experiencia, Icco Conexión ha llegado a departamentos como Putumayo, Caquetá, La Guajira, Chocó, entre otros, contribuyendo al desarrollo económico local, fortaleciendo las capacidades de las comunidades, mejorando sus ingresos, y conectando el campo y la ciudad.
