Redaccion: Anii Segrera
En un desenlace significativo del caso del feminicidio de Valentina Trespalacios, el estadounidense John Poulos fue condenado a más de 42 años de cárcel por el asesinato de la reconocida DJ. La sentencia marca un hito en la búsqueda de justicia para la familia y los seguidores de Trespalacios.
Durante la audiencia de dictado de sentencia, se vivió un tenso y revelador momento entre el juez y el condenado. Un video difundido muestra cómo, mientras Poulos era esposado por un oficial del Inpec, el juez se acercó para estrecharle la mano en un gesto aparentemente conciliador. Sorprendentemente, Poulos rechazó el apretón de manos, moviendo la cabeza en señal de negativa y sonriendo irónicamente, una actitud que reflejaba desafío y desdén ante la situación.
A pesar de la negativa inicial, el juez insistió en estrechar la mano del asesino. Poulos, nuevamente, negó el gesto con la misma actitud altiva. Ante esta segunda negativa, el juez se resignó y dirigió su atención hacia otra persona sentada junto al condenado, a quien sí logró saludar antes de que Poulos fuera escoltado fuera de la sala por las autoridades. Este comportamiento de Poulos, sonriente y desafiante, ha causado indignación entre los presentes y en la opinión pública.
El gesto del juez ha sido ampliamente cuestionado en redes sociales, donde muchos lo han calificado de “innecesario” y han alegado que “nunca debería hacerse”. La controversia añade otra capa de complejidad a un caso ya de por sí dramático. La actitud de Poulos durante su condena ha dejado una impresión duradera y ha generado un intenso debate sobre el respeto y la justicia en los tribunales.
