Por: Katia Vásquez
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Recientemente el actual mandatario distrital reveló que, las celebraciones de inauguración podrían haber sido prematuras y engañosas.
En el año 2022, la entonces alcaldesa Virna Johnson anunció con gran pompa la inauguración del Camellón de la Bahía, destacando su estructura moderna, inclusiva y equipada para el disfrute de samarios, turistas y residentes. Este proyecto, parte del plan estratégico “500 años” iniciado durante la administración de Carlos Caicedo, prometía ser un catalizador para la reactivación turística de Santa Marta, atrayendo tanto a visitantes nacionales como extranjeros.
Johnson, de igual manera proclamó que el nuevo camellón de El Rodadero sería un motor de competitividad para el sector turístico, mejorando las condiciones para los prestadores de servicios y consolidándose como un atractivo indispensable en la ciudad. Sin embargo, la reciente administración encabezada por el alcalde Carlos Pinedo Cuello ha revelado que las celebraciones de inauguración podrían haber sido prematuras y engañosas.
Obras no recibidas oficialmente
Carlos Pinedo Cuello, ha denunciado públicamente que, a pesar de las ceremonias inaugurales, el Camellón de la Bahía nunca fue oficialmente entregado al Distrito. El burgomaestre, señala problemas técnicos significativos, especialmente en el sistema eléctrico, que han impedido su recepción formal por parte de la empresa Air-e. El alcalde subraya que la obra, con un costo declarado de más de 14 mil millones de pesos, ha enfrentado retrasos y deficiencias técnicas que cuestionan su viabilidad y ejecución adecuada.
El informe presentado por Pinedo Cuello, no solo apunta a los problemas del Camellón de la Bahía. Otra obra, el Camellón de El Rodadero, también fue inaugurada en 2022 con un costo superior a los 15 mil millones de pesos. Esta obra enfrenta problemas similares con su sistema eléctrico, lo que ha impedido que el Alumbrado Público y la empresa de energía Air-e la reciban formalmente.
Politiquería y Marketing Político
El alcalde Pinedo Cuello ha calificado estas inauguraciones como actos de “pura fantasía” y estrategias de marketing político, acusando a la anterior administración de Virna Johnson de engañar a la ciudadanía con inauguraciones incompletas y prematuras. Según Pinedo Cuello, estas inauguraciones se llevaron a cabo durante épocas de politiquería, con el objetivo de crear una falsa impresión de progreso y cumplimiento de metas gubernamentales.
La situación actual de ambas obras plantea preguntas sobre la transparencia y la responsabilidad en la ejecución de proyectos públicos en Santa Marta. Los ciudadanos ahora esperan respuestas claras y soluciones efectivas para que estas infraestructuras finalmente puedan ser utilizadas y disfrutadas como se prometió inicialmente.
