Hoy se cumplen 19 años de fallecimiento de Hugo Maduro, el estudiante que fue asesinado por denunciar corrupción

Con el propósito de conmemorar los 19 años de la muerte del estudiante Hugo Maduro, quien en su momento fue el encargado de dar a conocer las irregularidades que se presentaban al interior de la Universidad, incentivando a sus compañeros a denunciar las malas actuaciones durante la administración del entonces Rector Carlos Caicedo Omar, el movimiento sindical recordó la memoria del líder estudiantil asesinado el 26 de mayo del año 2000 por manos de los paramilitares.

En un evento realizado en la plazoleta central de la Universidad, líderes sindicales, estudiantes, docentes actuales y de la época, familiares de otras de las víctimas, se dieron cita para recordar al “último revolucionario del Alma Mater”, el hombre que tanto defendió y luchó por los recursos para poder acceder de manera digna a una educación superior en la Universidad, el que fue asesinado para sembrar el terror y silenciar a quienes como él quisieron dar la batalla  y amparar a los que como él, buscaban mantener los derechos de la comunidad académica.

De igual modo, los presentes coincidieron que al asesinar a Hugo Maduro, acabaron el espíritu crítico y la autonomía estudiantil de la universidad pública y siguen clamando que se haga justicia para que el autor intelectual de este crimen pague.

Durante el evento, una de las hermanas de Hugo Maduro, que lo acompañó en sus últimos minutos de vida, quien hoy en día se encuentra fuera del país, exiliada por el riesgo que corrió su vida posterior a la muerte de Maduro, a través de un audio relató cómo fueron los hechos.

“Ese 26 de mayo del año 2000 mi hermano y yo estábamos sentados conversando en la entrada de la casa, cuando llegó una moto, eran dos hombres. Yo les pregunté que buscaban, pero ellos se quedaron callados, luego Hugo se levantó y se colocó detrás de mí y les preguntó ¿Qué buscan?, y fue en ese momento que el hombre sacó un arma y yo al ver eso le grité Hugo corre”, indicó.

Seguidamente, la hermana de Hugo aseguró que él corrió a una casa vecina y el hombre lo siguió, “Mi hermano solo encontró la cama, se ocultó debajo de ella, pero hasta ese lugar llegó ese hombre y le disparó”.

Ya con voz entrecortada, la mujer continúo relatando los hechos manifestando que “cuando el otro individuo que estaba en la moto me miró y saca el arma yo también corrí y entré a otra casa pidiendo auxilio pero lamentablemente el señor que estaba allí se encontraba en silla de ruedas y no me pudo ayudar, yo escuché varios disparos y cuando ya no sentí más, me acerqué a buscar a mi hermano y vi cuando el sicario estaba cargando nuevamente el arma y se regresaba, pero seguía disparando hacia donde se encontraba mi hermano”.

Posterior a eso, detalla que cuando cesaron los disparos corrió hasta la casa donde su hermano se había escondido y al ingresar encontró todo oscuro, lleno de humo, de inmediato lo llamó  y el estudiante con voz de agonía le hizo saber que se encontraba escondido debajo de la cama, “él me dijo que le dolía mucho la espalda, logré sacarlo y busqué una tabla, cuando salí habían muchas personas en el lugar y un joven que estaba ahí me ayudó a subirlo a un carro que se encontraba parqueado fuera de la casa, cuando íbamos camino al hospital yo le decía quién te hizo esto y me respondía esto viene de la Universidad”.

La hermana de Hugo también relató que al llegar al hospital pidiendo ayuda, “solo dos hombres armados se subieron y le dijeron “él está muerto”, pienso que vinieron a corroborar que habían cumplido su misión, al rato salieron del hospital y me ayudaron, pero cuando el medico lo atendió me dijo, que estaba sin signos vitales”

Sigue contando “Yo no sabía qué hacer, un policía se me acerca y me dice que no salga que hay dos hombres armados. Me ayudaron para salir por otro lado y me fui a casa de mi suegra. Me llama mi otro hermano y dijo que no declarara que me iban a matar y es allí donde comienzan las amenazas hacía a mí y a toda mi familia. A mi celular llamaban y me colocaban música fúnebre. Sepultamos a mi hermano y nos fuimos de la ciudad”.

“La Fiscalía nos buscaba para que declaráramos, pero nosotros teníamos mucho miedo, hasta a un tío a quien pudieron contactar nos dijo que era lo mejor y fue cuando rendí mi primera declaración conjuntamente con los retratos de los dos sujetos que acabaron ese trágico día con la vida de mi hermano”.

Luego de una investigación las autoridades capturaron a Luis Carlos López Castro quien según la única testigo del hecho era quien conducía la motocicleta, “el hombre confesó y aceptó ante la fiscalía Justicia y Paz que quien dio la orden fue Caicedo, eso quedó grabado en video de la confesión. El que le disparó sin piedad a mi hermano fue Hélmer Hincapié, quien también se encuentra pagando una condena por este asesinato”, dijo.

Finalmente, la mujer aún con la tristeza que refleja mediante su voz, concluyó diciendo que “Caicedo tiene que pagar, él nos mató el corazón, nos mató a nosotros, nos desplazó de Santa Marta, nos sacó de nuestro país. Ahora estamos en Canadá lejos de todos, pero les decimos a los estudiantes que no se olviden de mi hermano un hombre que dio su vida por la lucha de los derechos universitarios”.

Toda la familia de Hugo Maduro, además de sufrir el dolor de su partida, tuvieron que vivir en carne propia el sin sabor de la impunidad, el miedo de poner en riesgo sus vidas, motivo por el cual fue necesario abandonar la ciudad y refugiarse en otro país.  

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