Guerra entre Eln y Epl dispara la cifra de desplazados en el Catatumbo

Tras cumplirse 36 días de violentos choques entre la guerrilla del Eln y la disidencia del Epl, más conocido como Los Pelusos, en la región del Catatumbo, un nuevo informe de la Naciones Unidas reveló que esta confrontación ha obligado a cerca de 4.633 campesinos a abandonar sus viviendas por temor a quedar en medio del fuego cruzado.

“Desde el 14 de marzo del presente año, la persistencia e incremento de los enfrentamientos entre los grupos armados no estatales, Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Ejército Popular de Liberación (Epl) en la subregión del Catatumbo (Norte de Santander), además de otras acciones armadas, han causado desplazamientos masivos de al menos 4.633 personas, distribuidas en 1.249 familias, de seis zonas rurales de los municipios Hacarí, San Calixto, La Playa de Belén y casco urbano de Ocaña”, indicó el informe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha).

Esta cifra de desplazados es cuatro veces el número de pobladores de Norte de Santander que el año anterior sufrieron este flagelo. Por esto, el organismo multilateral expresó su preocupación frente a este panorama humanitario y condenó enérgicamente el aumento de la violencia, en esta zona fronteriza con Venezuela.

De acuerdo con este nuevo diagnóstico de Ocha, esta guerra por el control del narcotráfico y el paro armado decretado hace una semana por estos grupos ilegales, han dejado a más de 145.000 personas afectadas, en 11 municipios de este departamento.

En estas mismas poblaciones, 90.000 comerciantes afrontan limitaciones para movilizarse por el territorio y unos 44.000 estudiantes se encuentran sin clases por esta delicada situación de orden público.

Según el informe, este volumen de desplazados está concentrado en 12 espacios humanitarios, que cuenta con la asistencia alimentaria del Banco Internacional de Alimentos y de un equipo de profesionales de Médicos Sin Fronteras.

Por otro lado, la ONU también dejó en evidencia la situación de confinamiento en la que se encuentran 4.000 indígenas del pueblo Barí, quienes decidieron atrincherarse en sus territorios ante el recrudecimiento de estos enfrentamientos.

“Las mujeres, niñas, niños, adultos mayores y comunidades indígenas son quienes han recibido el mayor impacto, así como algunos líderes comunitarios de la zona. También se identifica ruptura de núcleos familiares, se ha conocido eventos de violencia basada en género y un alto impacto psicológico, requiriendo de manera urgente atención en salud mental”, advirtió el documento.

En esta última semana, las autoridades han reportado la muerte de cuatro civiles, en zonas rurales de los municipios de San Calixto y Toerama, donde se han concentrado estos enfrentamientos. Otras dos personas, entre ellas un menor de edad, han resultado heridas en medio de estas acciones armadas.

Haga clic para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir