Gobierno Colombiano solicita a la Unesco reconocimiento de la pesca artesanal en el Río Magdalena como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Redacción: Camila Mendoza X: @camilala_mdz

El Gobierno Nacional busca proteger la soberanía alimentaria y los conocimientos tradicionales de más de 75 mil familias pescadoras del río Magdalena a través de un reconocimiento internacional.

El Gobierno nacional, a través del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, y con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, ha presentado una solicitud ante la Unesco para que los conocimientos y técnicas asociados a la pesca artesanal en el río Magdalena sean declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta iniciativa busca proteger la soberanía alimentaria y preservar los saberes tradicionales de más de 75 mil familias que han practicado esta actividad por generaciones.

La pesca artesanal en el río Magdalena fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación en 2021 por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura. Ahora, aspira a obtener un reconocimiento global que resalte la importancia de esta tradición. Los conocimientos y técnicas de pesca artesanal en el río Magdalena comprenden un manejo ecológico y sostenible de los recursos hídricos y terrestres. Estas prácticas incluyen una variedad de métodos y tecnologías transmitidas de generación en generación, asegurando la continuidad de las tradiciones culturales.

La Importancia de la Pesca Artesanal para las Comunidades

La solicitud destaca que estas técnicas no solo abarcan la pesca, sino también conocimientos sobre navegación y los ciclos naturales del río Magdalena. Los pescadores utilizan un “calendario de pesca” para comprender los ciclos de crecimiento, alimentación y reproducción de las especies del río. Además, la pesca artesanal del río Magdalena se refleja en tradiciones culinarias y en la medicina tradicional, así como en expresiones artísticas como danza y música, que las comunidades denominan “cultura anfibia”.

El reconocimiento internacional de la Unesco no solo preservaría estas prácticas culturales, sino que también promovería su valor económico, sostenible y social. Beneficiaría directamente a los pescadores artesanales del río Magdalena y a las personas involucradas en oficios relacionados con la pesca. Además, ayudaría a crear conciencia sobre la importancia de la interacción armónica con los ecosistemas y el medio ambiente, un factor clave para enfrentar los desafíos del cambio climático.

La tradición pesquera en el río Magdalena también refleja procesos de conformación social y resiliencia frente al conflicto armado, aspectos que se fortalecerían con el reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento internacional no solo sería un honor para Colombia, sino también una medida de apoyo crucial para las comunidades que dependen de la pesca artesanal.

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