Redacción: Camila Mendoza
Un estudio de Fedegán revela cómo los altos costos de producción de leche están asfixiando a ganaderos de todos los tamaños. Con márgenes de ganancia mínimos y dependencia de insumos externos, la situación se agrava, afectando la rentabilidad de la industria.
La industria lechera en Colombia enfrenta una crisis silenciosa que amenaza con expulsar a miles de pequeños productores del mercado. Un reciente estudio de Fedegán-FNG revela que, entre 2021 y 2024, los costos de producción de leche han escalado dramáticamente, afectando tanto a pequeños como a grandes ganaderos. A pesar de que las grandes producciones suponen mayor eficiencia, los márgenes de ganancia son cada vez más estrechos, reduciendo la rentabilidad.
Los pequeños productores, por su parte, no cuentan con la capacidad de producción suficiente para soportar las fluctuaciones del mercado, lo que los deja a merced de la estacionalidad y los altos costos de insumos. Este sector enfrenta un doble desafío: el incremento del costo de la mano de obra y la dependencia de insumos importados, especialmente aquellos relacionados con la alimentación animal y los fertilizantes.
El estudio advierte que, mientras los precios internacionales de materias primas como el maíz bajan, los precios internos de los concentrados no reflejan estas caídas, manteniendo los costos altos para los productores. Además, los costos de insumos como vacunas, fertilizantes y maquinaria se han disparado debido a la inflación global y la devaluación del peso colombiano.
Con la proyección de una mayor alza en el salario mínimo para 2025 y la continua dependencia de insumos externos, la rentabilidad de la producción lechera seguirá en picada, a menos que el Gobierno implemente políticas públicas que aborden esta crisis de manera estructural.
