Según la Organización Mundial de Salud el 3,6% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 4,6% de los de 15 a 19 años padece un trastorno de ansiedad.
La ansiedad y los trastornos depresivos pueden dificultar profundamente la asistencia a la escuela, el estudio y el concretar todo tipo de actividades.
El suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años segun la OMS, cifra del 2021.
“El hecho de no ocuparse de los trastornos de salud mental de los adolescentes tiene consecuencias que se extienden a la edad adulta, perjudican la salud física y mental de la persona y restringen sus posibilidades de llevar una vida plena en el futuro” señala la doctora María Clara Arbeláez, psicóloga de la Universidad de los Andes.
El estrés es una patología presente en nuestra sociedad que causa estragos en la salud integral de los individuos y no es ajena a los adolescentes. Además, en un momento en que como sociedad los jóvenes viven una particular presión de exigencias, actividades y comparaciones debido a la vida virtual que se vive en redes sociales es normal que se dispare esta problemática en esta población específica. El estrés causa una variedad de síntomas físicos y emocionales tanto en niños, niñas, adolescentes como en adultos. En el caso de los jóvenes esto se puede exacerbar por diferentes factores ya sea académicos, pensamientos negativos relacionados con el autoestima, separación o divorcio de sus padres, frustración, soledad, falta de oportunidades, entre otros.
En muchas ocasiones los adolescentes se sobrecargan de mucho estrés y esto los lleva a desarrollar síntomas de ansiedad y depresión con estos desarrollan conductas críticas como las autolesiones, que sucede cuando el joven se corta brazos, piernas o otras partes del cuerpo, trastornos de alimentación como la anorexia y bulimia, que tienden a presentarse entre los 12 y 25 años según la Organización Mundial de la Salud. Incluso, los lleva a buscar malos hábitos como violencia, unirse a pandillas, consumo de sustancias psicoactivas, “cabe resaltar que existen jóvenes más vulnerables que otros y los adultos, padres o familiares pueden empezar a identificar ciertas alertas, comportamiento y actitudes que no pueden pasar desapercibidos para evitar consecuencias indeseadas en la vida de los jóvenes”, Señala la doctora Arbeláez, directora del centro de psicología Avance Crecimiento Personal.
En la etapa de la adolescencia ocurren muchos cambios, por ejemplo, es donde el joven desarrolla temas de autoestima; empieza a creer en sí mismo; a tener amor propio, inteligencia emocional y habilidades sociales individuales. Además, presenta una construcción y desarrollo de la personalidad y la autoimagen, que perfila la persona en la que se va a convertir en el futuro. En este momento los padres o adultos pueden contribuir al desarrollo de una imagen sana y positiva para convertirse en la persona que quiere y puede ser.
Normalmente, “el estrés se suele activar cuando nuestra mente y nuestro cuerpo se encuentran en peligro y tendemos a reaccionar de diferentes maneras ya sea con impulsos agresivos como golpes o en estados de choque”, señala la doctora Arbeláez, directora del centro de psicología Avance Crecimiento Personal.
Hoy día las cifras de factores estresantes para los jóvenes han aumentado y esto se debe también a la ansiedad que en su momento la pandemia ocasionó, ya que fueron tiempos complejos en donde la vida cotidiana tomó un giro inesperado y la pérdida de relacionamiento con las personas en su momento generó frustración.
Según la experta consultada, para manejar el estrés en los jóvenes es bueno tener en cuenta:
· Aprender a manejar la respiración.
· Realizar actividades físicas.
· Dormir lo suficiente.
· Probar ejercicios de relajación.
· Promover el autocuidado.
· Buscar apoyo profesional.
El apoyo y seguimiento de los padres es un factor importante, al igual que superar barreras y consultar a tiempo. “Es posible trabajar para que los jóvenes desarrollen habilidades efectivas para manejar el estrés y prosperar en todas las áreas de sus vidas. La salud mental es un aspecto fundamental de su bienestar general, y estamos comprometidos a brindar el apoyo necesario” señala la doctora María Clara Arbeláez.
Por: Radio Magdalena
