El que no fue cuando pudo, tal vez ya no podrá

Por: Rubén Peña Noriega

El pasado viernes 27 de octubre venció el plazo para renunciar los funcionarios públicos con aspiraciones a las próximas elecciones regionales, a celebrarse el domingo 27 de octubre de 2019, según la resolución 14778 expedida por la Registraduría Nacional del Estado Civil, a través de la cual se establece el calendario electoral.

Aunque en este momento hace tránsito en el Congreso un acto legislativo que busca unificar los periodos de alcaldes y gobernadores con el presidencial y, prorrogaría su permanencia en los cargos, el organismo electoral expidió este documento para iniciar con la logística que permitirá adelantar las elecciones.

Pero en realidad no es el calendario electoral el que establece quiénes estarían inhabilitados para aspirar a una corporación pública, sino el régimen constitucional, sobre lo cual se ha pronunciado en numerosas ocasiones tanto la Corte como el Consejo de Estado. Es el artículo 197 de la Constitución el que fija las inhabilidades para los aspirantes a corporaciones públicas.

Así las cosas quienes venían ocupando cargos públicas y tenían aspiraciones a ser elegidos en las próximas elecciones debieron renunciar el pasado viernes, pues la norma dice que si no lo hace un año antes de la fecha de elección quedará inhabilitado para aspirar. En otras palabras, y para emular la frase sabias de algún ocurrente “el que no fue cuando pudo, tal vez ya no podrá”.

Y de esos que ya no podrán hay muchos, tanto en el ámbito local como departamental, pues algunos de ellos habían sacado a relucir su entusiasmo “alegrón”, que a la postre quedó en nada, producto tal vez del incierto político que hoy se vive en el país a raíz de la reforma o quizás por el temor que produce el riesgo de no contar con suficiente favoritismo o respaldo electoral.

De esos que tuvieron la ‘valentía’ de renunciar a sus cargos para aspirar en las elecciones del 27 de octubre del año entrante solo conocemos un caso en lo que respecta al gabinete departamental; se trata del doctor Manuel Navarro Rada, quien hasta el pasado viernes ocupó el cargo de Secretario de Salud departamental, renuncia que la gobernadora le aceptó sin nombrar aún encargo, pues, según se conoció ni Libardo García ni Zandra Castañeda ni Antony Linero, actualmente vinculados a la Gobernación aceptaron asumir tal posición.

Navarro, ya había dado a conocer sus aspiraciones de llegar a la Alcaldía de El Difícil, su municipio natal y en el caso de Libardo García  no habría aceptado para no inhabilitar a su hijo Julio García Guerrero, quien tiene serias aspiraciones a la Alcaldía de Fundación. No renunciaron el actual director de la oficina de Víctimas Jaime Duque, quien tenía aspiraciones a la Alcaldía de Plato ni el jefe de Proyectos Fabio Manjarrez, quien aspiraba a la Gobernación, entre otros no “sonados” que habían dicho querer aspirar a corporaciones como la Asamblea.

No sabemos que pudo haber ocurrido con funcionarios municipales que tienen aspiraciones a las Alcaldías o Concejos de sus municipios, pero estamos seguros que muchos de ellos no podrán aspirar si no presentaron sus renuncias el pasado viernes. Se conoció que en el caso de la Alcaldía de Santa Marta ya no podrán ser Jimena Abril ni tampoco su hermana Carmen Patricia ni Guillermo Rubio, las fichas del Clan Caicedo para tratar de mantener el poder en el Distrito, pues hasta el viernes no se conocía una renuncia oficial a sus cargos de ninguno de los tres.

El único “salvavidas” del que estarían pendiendo quienes habían anunciado sus aspiraciones a cargos de elección popular y no renunciaron el viernes, es que la propuesta de unificar los períodos de mandatos prospera!.

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