Por: Tata Sánchez Oviedo
La deforestación es la principal causa de que los felinos como jaguares y pumas, ahora solo se encuentren con fincas llenas de ganado encerrado, lo que se convierte en comida a la carta para ellos.
En el momento en que una Puma baja de las montañas, ubicadas en las zonas rurales del departamento de Córdoba, ya no encuentra bosques, ahora encuentra fincas, lo que la hace, entre otras cosas, un blanco para los humanos, este es el caso de la puma que fue capturada por unos ganaderos que con una moderna jaula lograron encerrar al animal, bajo a excusa de que este se encontraba intentando atacar a varios de los animales que estaban dentro de un corral en la Hacienda Currayao, en el corregimiento de Tres Piedras, zona rural de Montería.
El animal, de solo cinco años, pertenece a una especie que se encuentra en amenaza de riesgo de categoría baja según lo manifestado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Uicn.
Rafael Espinosa Forero, asesor de Dirección de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y el San Jorge, CVS, afirmó que actualmente el puma hace presencia en 17 municipios de Córdoba, es decir es más del 50 por ciento del departamento tiene nuevos inquilinos, como consecuencia de la tala y la deforestación que ha vivido este sector del país con más de 2.122 hectáreas de bosques afectados según el Sistema de Monitoreo de Bosques y Deforestación del Ideam.
“La gente de alguna manera ha alterado y fraccionado los ecosistemas. Los bosques los hemos acabado entonces el puma al bajar de las montañas solo se encuentra el ganado, el carnero, las presas fáciles”, explicó Espinosa, mientras se cae en la breve y preocupante deducción de que podría hasta llegar aparecer nuevamente las famosas ‘cacerías de control’ en donde mataban a las especies que acababan con el ganado de los finqueros.
