Estas 3 estrategias propuestas por la FAO podrían ayudar a la ganadería a generar un impacto positivo para reducir el cambio climático.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostiene que la ganadería es clave para la seguridad alimentaria y que, si bien los productos de este sector han contribuido a las emisiones de GEI, hay oportunidad de reducirlas y crear compensaciones.
De acuerdo con el organismo, la producción pecuaria baja en carbono es posible, pero se requiere una acción decisiva porque el sector sigue creciendo rápidamente por una mayor demanda. (Blog: Ganadería sostenible como solución al cambio climático y la deforestación)
La FAO propone 3 formas para reducir sustancialmente las emisiones de la producción ganadera, que se pueden combinar y están bien alineadas con las 6 áreas de trabajo decididas en la COP23, que incluyen una dedicada a sistemas mejorados de manejo ganadero.
1– MEJORAS DE PRODUCTIVIDAD QUE REDUCEN LAS INTENSIDADES DE EMISIONES
En este punto, se pueden desarrollar acciones en materia de alimentación, salud y crianza. Por ejemplo, algunas acciones incluyen mejorar la calidad del alimento con un mejor manejo o especies mejoradas de pasto, así como el uso estratégico de suplementos.
En cuanto a la salud, hay que buscar una mayor productividad y eficiencia reduciendo el impacto de enfermedades y parásitos para evitar tener animales improductivos. Finalmente, la crianza es clave para aumentar productividad en aspectos como ganancia de peso y producción de leche.
2– CAPTURA DE CARBONO A TRAVÉS DE UN MANEJO MEJORADO DE LOS PASTOS
La FAO destacó que existen soluciones para restaurar la calidad de los pastizales y aumentar el carbono del suelo, argumentando que el pastoreo no es en sí mismo, pues tiene funciones ecológicas. (Lea: 3 soluciones innovadoras ante el cambio climático)
Existen técnicas como ajustar la presión de pastoreo equilibrando la presencia espacial y temporal del ganado (con cercas eléctricas con energía solar), la introducción de especies como leguminosas, y la integración de árboles y pastos (sistemas silvopastoriles), entre otras.
3– UNA MEJOR INTEGRACIÓN GANADERA EN LA BIOECONOMÍA CIRCULAR
La FAO manifiesta que en lugar de mantener una economía lineal que utiliza insumos externos para obtener productos y desechos, los productores pecuarios deberían apuntar a recircular las fugas de energía y materiales del sistema recirculándolos en la producción.
La integración del ganado en la bioeconomía circular puede lograrse aumentando la proporción de subproductos o desechos de comida en la ración del ganado, o reciclando desechos animales (por ejemplo, el biogás). (Lea: Cambio climático regional, desafío que enfrenta la academia)
Para la organización, la circularidad debe aplicarse en todas las escalas, como sistemas mixtos de cultivos y ganadería o sistemas silvopastoriles. Un caso de éxito de la reutilización de los residuos de la industria alimentaria se observa en Japón, donde el 52% de estos desechos se utiliza como comida para el ganado.
