Redacción: Camila Mendoza X: @camilala_mdz
La comunidad de Remolino exige la reparación urgente de una vía terciaria en mal estado, afectada por el abandono gubernamental y las recientes tormentas tropicales. Ganaderos y comerciantes enfrentan grandes dificultades para sus actividades diarias.
La comunidad del municipio de Remolino y la subregión río han alzado su voz de protesta debido al deteriorado estado de una de las vías terciarias, que ha sido abandonada por los entes gubernamentales. La vía, que abarca un tramo de aproximadamente 250 metros, se encuentra en condiciones casi intransitables, afectando gravemente a los residentes, especialmente a ganaderos y comerciantes que dependen de esta ruta para sus actividades diarias.
El problema se ha intensificado con la reciente temporada de tormentas tropicales, que ha acelerado el deterioro de la carretera. Las lluvias intensas han provocado deslizamientos de tierra y la aparición de numerosos baches y charcos, dificultando aún más el tránsito y generando riesgos adicionales para quienes se ven obligados a utilizar esta vía.
Líderes comunales han denunciado la falta de acción por parte de las autoridades locales, acusándolas de brillar por su ausencia en la solución de este problema. La comunidad ha hecho un llamado a la unidad, solicitando a ganaderos, comerciantes y otros sectores a trabajar juntos para encontrar soluciones que permitan la rehabilitación de la vía. Esta cooperación es vista como un paso esencial para presionar a las autoridades competentes y lograr la intervención necesaria.
“Es imprescindible que se realicen las gestiones necesarias para mejorar esta vía. La comunidad depende de ella para el transporte de productos agrícolas y ganaderos, así como para el acceso a servicios básicos”, declaró uno de los líderes comunales. “La intervención no solo beneficiará a los habitantes de Remolino, sino a toda la subregión río, que también se ve afectada por esta problemática”.
Ante este panorama, la comunidad ha solicitado una reunión con representantes del gobierno local y departamental, así como con entidades encargadas del mantenimiento de la infraestructura vial. Mientras se espera una respuesta efectiva de las autoridades, la comunidad continúa enfrentando los desafíos diarios que implica la utilización de una vía en condiciones tan precarias, con la esperanza de que sus demandas sean finalmente escuchadas y atendidas.
