La carretera que conecta a Sitionuevo y Remolino con la Troncal del Caribe está completamente destruida, convirtiéndose en un barrizal intransitable. Los habitantes claman por una intervención urgente del Gobierno Departamental antes de que las lluvias empeoren la situación.
Los residentes de Sitionuevo y Remolino viven una situación crítica debido al deterioro extremo de la única carretera que los conecta con la Troncal del Caribe, que enlaza a estas comunidades con Barranquilla y Santa Marta. Las intensas lluvias recientes han dejado este tramo de vía, especialmente entre el centro urbano de Sitionuevo y el puente de Aguas Negras, convertido en un barrizal intransitable.
Este colapso vial ha afectado la vida diaria de miles de personas que dependen de esta carretera para acceder a servicios básicos, como salud y educación, así como para movilizarse hacia sus trabajos y realizar actividades comerciales. Los pocos conductores que se atreven a circular por esta vía enfrentan serias dificultades, desde vehículos atascados en el barro hasta daños mecánicos severos.
“Estamos desesperados, no podemos entrar ni salir de nuestros pueblos. Los carros se quedan atrapados y nadie nos escucha”, comenta un residente de Sitionuevo, visiblemente afectado por la situación. La comunidad teme que, con la llegada de nuevas lluvias, la vía se vuelva completamente intransitable, agravando el aislamiento de la zona.
Ante este panorama, los habitantes de Sitionuevo y Remolino hacen un llamado urgente al Gobierno Departamental para que intervenga de inmediato y realice los trabajos necesarios para recuperar la carretera. “Si no actúan pronto, quedaremos incomunicados por completo”, advierten los líderes comunales.
