La escasez de combustible para aviones en Colombia, causada por fallas en la refinería de Cartagena, ha llevado a Avianca a suspender la venta de tiquetes en varias rutas, mientras Aerocivil autoriza la cancelación y reprogramación de vuelos.
La aerolínea Avianca ha anunciado la suspensión temporal de la venta de tiquetes aéreos en la ruta Santa Marta-Bogotá-Santa Marta hasta el próximo 30 de agosto de 2024. Esta medida, comunicada oficialmente por la aerolínea en las últimas horas, se debe a la actual crisis de escasez de combustible Jet A1 en Colombia, que ha afectado severamente las operaciones aéreas en diversas regiones del país, especialmente en la costa Caribe.
El anuncio se produce en un contexto de creciente preocupación entre los pasajeros que ya habían adquirido sus tiquetes para estas rutas y que ahora se enfrentan a la incertidumbre sobre sus planes de viaje. Avianca ha asegurado que está trabajando para minimizar el impacto en los viajeros y ha establecido canales de comunicación para informarles sobre el estado de sus vuelos y posibles alternativas.
La crisis de combustible tiene su origen en una falla eléctrica ocurrida el pasado 16 de agosto en la refinería de Cartagena, lo que ha provocado una reducción del 5% en la producción y entrega del combustible necesario para las operaciones aéreas. Este desabastecimiento ha obligado a las aerolíneas a tomar medidas drásticas, como la suspensión de ventas y la cancelación de vuelos en rutas clave.
En el caso específico de la ruta Santa Marta-Bogotá-Santa Marta, Avianca ha decidido suspender la venta de nuevos tiquetes para garantizar la continuidad de los vuelos ya programados y evitar una mayor afectación a los pasajeros. La aerolínea ha recomendado a los viajeros estar atentos a las actualizaciones sobre sus vuelos a través de los canales oficiales y ha reiterado su compromiso de proteger los planes de vuelo de sus clientes.
Por su parte, la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) ha autorizado a las aerolíneas a cancelar o reprogramar vuelos debido a la falta de combustible, una medida que busca mitigar los efectos de la crisis y permitir que las aerolíneas operen con mayor flexibilidad durante este período crítico.
Esta situación subraya la necesidad de una mayor coordinación entre los actores de la cadena de abastecimiento de combustible y las autoridades aeronáuticas para evitar interrupciones en el servicio aéreo, que impactan no solo a las aerolíneas sino también a los usuarios que dependen de estas rutas para sus desplazamientos.
