Redacción: Katia Vásquez
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El último informe de Sivigila revela que Santa Marta encabeza los casos de intento de suicidio en el Magdalena, con un alarmante predominio de mujeres afectadas. La cifra subraya la necesidad urgente de implementar estrategias de prevención más focalizadas.
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud (Sivigila) ha presentado un informe que pone de relieve la gravedad del problema en el departamento del Magdalena. Según los datos, se han registrado un total de 14 intentos de suicidio en el departamento durante el último periodo, siendo Santa Marta la ciudad más afectada con seis incidentes. Otros municipios como Ciénaga (3 casos), Zona Bananera (2 casos), y El Banco, Aracataca, y Pivijay con un caso cada uno, completan el preocupante balance.
El informe de Sivigila no solo desglosa los datos por municipios, sino también por género, revelando que el 78.6% de los casos corresponden a mujeres, lo que equivale a 11 de los 14 reportados. En contraste, solo tres hombres (21.4%) han sido víctimas de estos incidentes. Esta disparidad de género subraya la necesidad de una intervención urgente y enfocada en las mujeres, quienes parecen ser más vulnerables ante esta problemática en el Magdalena.
La situación en Santa Marta, la capital del departamento, destaca como la más crítica, lo que ha generado preocupación tanto entre autoridades locales como entre la población. La segunda ciudad más afectada es Ciénaga, con tres intentos de suicidio, lo que la coloca como otro foco importante en términos de atención preventiva. Aunque los casos en otros municipios como la Zona Bananera, El Banco, Aracataca y Pivijay son menores en número, no dejan de ser significativos, ya que subrayan la necesidad de un abordaje integral en toda la región.
Expertos en salud mental han enfatizado que es fundamental entender los factores que están afectando de manera desproporcionada a las mujeres en estos casos. Asimismo, es esencial que la comunidad esté alerta ante posibles señales de riesgo en personas cercanas, ya que la prevención del suicidio depende de la intervención oportuna y el fortalecimiento de redes de apoyo tanto a nivel familiar como institucional.
