Ancón el alma olvidada de Santa Marta que sigue vibrando

Redacción: Anii Segrera


Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia, ha visto nacer nuevos barrios y ha sido testigo de la desaparición de otros llenos de historia. Uno de estos barrios es Ancón, cuyo nombre significa “ensenada pequeña en que se puede fondear” según la Real Academia Española. Sin embargo, para los samarios, Ancón fue mucho más que una definición; fue el barrio insigne del norte durante el siglo XX y, a pesar de su desaparición, sigue vivo en la memoria de muchas familias.

Entre el puerto marítimo y las vías férreas del tren bananero, Ancón se forjó como un punto estratégico de una naciente Santa Marta. Aunque la ciudad tenía más de 350 años al inicio del siglo pasado, seguía siendo una población pequeña. En este contexto, personas oriundas de La Guajira e incluso de Venezuela cimentaron el barrio Ancón, donde se generaron numerosas historias y tradiciones que todavía se conservan.

Una de estas tradiciones es la procesión marítima de la Virgen del Carmen, celebrada cada 16 de julio. Los residentes y visitantes se reúnen en el camellón sobre la calle Cangrejal (11) para reencontrarse con generaciones enteras y darse un cálido abrazo cada año. Este evento es un testimonio de la rica herencia cultural que Ancón dejó en Santa Marta.

El barrio Ancón estaba conformado por solo tres calles a la orilla del mar Caribe, a un costado de la Bahía de Santa Marta, donde hoy se ubican varios muelles del puerto. A pesar de su tamaño, el impacto y las memorias de Ancón siguen presentes en la vida de muchos samarios, recordando la importancia de preservar las raíces y tradiciones.


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