Por: Katia Vásquez
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La actual administración asegura estar comprometida a corregir estos errores del pasado y a trabajar de manera transparente con la comunidad. Este esfuerzo tiene como objetivo devolver la seguridad y la confianza a los ciudadanos de Santa Marta.
Santa Marta ha vivido años de incertidumbre y falta de información detallada sobre su situación interna. El alcalde Carlos Pinedo Cuello ha asumido el compromiso de ser transparente con los samarios y ha iniciado una revisión exhaustiva de todas las secretarías y entidades descentralizadas. Este proceso ha revelado una serie de irregularidades que han afectado negativamente a la ciudad.
La seguridad en el distrito ha sido una de las áreas más críticas. Según informes, la ciudad recibió un sistema de cámaras de vigilancia que ahora está en un estado deplorable: de las 200 cámaras de seguridad instaladas, 215 están fuera de servicio por falta de mantenimiento, abandono y decisiones negligentes de la administración anterior. Esta situación ha dejado a las fuerzas de seguridad operando “a ciegas”, sin el apoyo vital de este sistema tecnológico.
Falta de mantenimiento y coordinación
El alcalde Pinedo Cuello ha señalado que la administración anterior fracasó en materia de seguridad por no haber realizado las inversiones necesarias ni haber coordinado adecuadamente con los diferentes organismos de control.
Y es que si bien, según lo expuesto por el mandatario, la administración anterior no realizó el mantenimiento necesario de las cámaras de vigilancia, un fallo que ha tenido consecuencias graves para la seguridad pública. Esta falta de inversión y mantenimiento ha sido catalogada como irresponsable y ha llevado a una desarticulación total entre los diferentes organismos de control, incluyendo la administración distrital, la Policía Nacional y la Fiscalía.
La situación ha llegado a tal punto que, según declaraciones de la actual administración, la seguridad de Santa Marta parece haber sido dejada en segundo plano. Las fuerzas de seguridad están ahora luchando por proteger a la comunidad sin el apoyo de un sistema de vigilancia funcional. Esto ha llevado a índices de criminalidad desbordados, exacerbando la percepción de inseguridad entre los ciudadanos.
“La seguridad de los samarios quedó en segundo plano”, afirmó categóricamente el burgomaestre. En respuesta, la nueva administración está trabajando estrechamente con la Policía, la Fiscalía y el Ejército para mejorar la situación, aunque el desafío es considerable debido a las condiciones heredadas.
Medidas para combatir la inseguridad
A pesar de la situación precaria, el alcalde aseguró que está trabajando estrechamente con el coronel de la policía, la Fiscalía y el Ejército para mejorar la seguridad en la ciudad, “se están brindando herramientas y apoyo a las fuerzas de seguridad para que puedan hacer su trabajo de manera más efectiva”, precisó. La administración actual está comprometida a revertir la situación y a garantizar que Santa Marta se convierta en una ciudad más segura para todos sus habitantes.
Crisis en el sistema de detención y asignación de recursos públicos
Además de la inseguridad, Santa Marta enfrenta una crisis en el sistema de detención transitoria. La reasignación del Centro de Detención Transitoria para atender a adultos mayores es una decisión que ha sido criticada por ignorar la crisis humanitaria y el hacinamiento en las instalaciones de detención. Esta medida refleja un desconcierto alarmante sobre cómo asignar los recursos públicos y desconoce los requerimientos de la Procuraduría General de la Nación, que exige a las autoridades territoriales garantizar condiciones dignas para los sindicados.