Cuatro empresas operan el servicio en la ciudad. Diariamente perciben entre 55 y 60 millones de pesos, lo que quiere decir que, al mes recaudan más de 1.680 millones de pesos.
(Primera parte)
El transporte público de Santa Marta se convirtió en el negociazo de unos pocos. Maneja una de las más altas economías de la ciudad y aun así, esas ganancias no se reflejan en la capital del Magdalena como tampoco en un servicio digno, justo y con mínimas condiciones humanas.
Los usuarios del servicio solo alcanzan a percibir la atención ofrecida por conductores, que en su mayoría es calificada de salvaje y pésima (ver video) y que si bien, son la cara del servicio del transporte ante los ciudadanos, no son los responsables de la organización, funcionamiento y maniobras de los verdaderos dueños del transporte de la ciudad.
ELARTÍCULO.CO conoció que entre las empresas Rodamar, Rodaturs, Cootransmag y Transportes Bastidas; se recauda diariamente más de 55 millones de pesos, que, al mes, suman entre 1.680 y 1.900 millones de pesos. Y anualmente, estarían facturando cerca de 21 mil millones de pesos.
Y es un negociazo porque dichas cifras que son millonarias, solo corresponden al recaudo de las empresas. Hay una mayor economía, que tiene que ver con los dueños de vehículos, quienes diariamente reciben entre $210.000 y $400.000 por vehículo y que paradójicamente, algunos de ellos también son dueños de empresas, lo que se traduce en un “negocio redondo”.
Por ejemplo, Oscar Bonilla Gonzales, propietario de Rodamar y dueño de acciones en Rodaturs; también es propietario de más de 20 vehículos, por lo que obtendría doble ganancia. Sin embargo, la ciudad no ve reflejada una inversión o retribución frente al enriquecimiento de unos pocos empresarios del transporte.
Lo mismo sucede con Víctor Bermúdez, quien está al mando de Cootransmag, es propietario de buses y además, ha obtenido millonarios contratos con el Distrito que tiene que ver con el traslado de estudiantes a sus instituciones en buses afiliado a su empresa. 
Y son contratos millonarios. En archivos del Secop reposa que en el 2015 la Alcaldía en cabeza del exalcalde Carlos Caicedo le concedió a Víctor Bermúdez, gerente de Cootransmag el transporte de 300 niños durante tres meses por valor de 190 millones de pesos. Dicho contrato fue firmado el 18 de septiembre de ese año y ejecutado hasta el 31 de diciembre, pero los estudiantes terminaron actividades académicas a mediados de noviembre, lo que quiere decir que, se cobró el mes de diciembre cuando la actividad correspondió en realidad a dos meses de labor y más exactamente a 45 días de traslado en vehículo.
Lo mismo sucedió con otro contrato que solo tuvo una duración de 26 días y un valor de 82 millones de pesos. El objeto fue “Prestación de servicios de transporte escolar a los estudiantes del Centro de Desarrollo Infantil Bureche, movilizándolos diariamente desde la comuna 9 hasta el CDI sector de Bureche en recorridos ida y vuelta con acompañantes de ruta”.
Y en el 2016, de acuerdo al detalle del Proceso NúmeroSA-SIP-017-2016 del Secop; Víctor Bermúdez nuevamente se quedó con el contrato escolar del 2017 para ejecutarlo en ocho meses. El valor superó los 2.294 millones de pesos.
SE ESCONDE EL GERENTE DEL STU
ELARTÍCULO.CO contactó al gerente del Sistema de Transporte Público, Alfredo Suárez; quien no atendió las citas y evadió las insistentes llamadas que tenían como fin, conocer la modalidad de operación del servicio de transporte en la ciudad.
Asimismo, se quería preguntar a cerca de la unificación del sistema de transporte que se hizo hace cinco años y que hasta ahora, solo se ven los buses de un solo color (azul) y ningún mejoramiento en la operación.
¿CÓMO FUNCIONA EL TRANSPORTE?
En Santa Marta circulan 800 vehículos, en el que se incluye busetas, buses y microbús. Dichos carros no son propiedad de la empresa en su totalidad, sino de particulares, que, en algunos casos, son dueños de hasta 40 carros de ese tipo.
“Hicimos un estudio completo para el Sistema de Transporte Público y en ese orden de ideas quedó claro que en Santa Marta solo deben operar 450 vehículos”, señaló Ernesto Castro, secretario de Movilidad del Distrito en diálogo con ELARTÍCULO.CO. Lo que quiere decir que, hay 350 busetas de más en la capital magdalenense.
Cada dueño de bus establece un valor fijo que cada conductor debe pagarle sin excusa. Ello depende del tamaño del vehículo y la capacidad del mismo. Pero los valores oscilan desde 210 hasta 400 mil pesos por día. El valor del combustible, parqueo y pago a calibradores, lo asume cada conductor.
Y los 800 buses que circulan deben pagar por día $65.000 como guía de rodamiento o cartulina, valor que se le cancela a la empresa así el vehículo esté dañado, en reparación o inmovilizado.
“Hay unos compromisos entre empresa y dueño de vehículo. Cada propietario asume unos costos y de esta manera, la empresa funciona y se encarga de pagar las prestaciones sociales de los conductores”, señaló Martha Jaraba, gerente de Rodaturs.
Lo peor del asunto, es que un solo vehículo es “explotado” diariamente hasta 18 horas y tiene un solo conductor asignado. Lo que quiere decir que, desde las 4:00 de la mañana está circulando y termina entre las 9:00 y 11:00 de la noche.
“Somos esclavos. Laboramos más del doble que cualquier empleado colombiano, tenemos cientos de vidas a nuestro cargo pero no tenemos sueldo fijo, ni primas, ni vacaciones ni subsidio de transporte. Mejor dicho, somos empleados abusados y atropellados por las empresas de transporte”, manifestó Jorge Ocampo, líder del sindicato de conductores.
PIERDE LA CIUDAD
Mientras son los samarios los que le generan anualmente más de 20 mil millones a las empresas de transporte, poco o nada le queda a la ciudad de retribución. Y ni si quiera inversión en sus mismos vehículos, que en muchos casos se encuentran en pésimas condiciones.
“Santa Marta es una ciudad turística y resulta que para vergüenza de los ciudadanos ofrecemos un transporte público de amplias rutas pero en muchos casos, con busetas que dan tristeza. Es más, ya me he subido en algunas que son de bus interdepartamental, lo que me hace pensar que los transportadores se burlan de todo el mundo, hasta del Alcalde”, señaló Vivianeth Torres, usuaria del transporte público. }
SON EMPLEADORES DE LA ILEGALIDAD
Las empresas de transporte generan empleo en la ciudad, pero en su mayoría, de manera ilegal. Lo que se traduce en que los conductores firman un contrato con las mínimas, pero en las que se establece únicamente que asumirán el pago de las prestaciones sociales.
Entonces esa relación laboral no cumple con los requisitos de ley y el sindicato de conductores ya ha denunciado que las 850 personas que integran el gremio, no tienen las mínimas garantías laborales. Lo que quiere decir que no tienen sueldo básico o fijo, no reciben primas y tampoco subsidio de transporte, entre otros.
Y dicha situación llevó a que la Corte Constitucional se pronunciara al respecto, obligando a las empresas a reconocer todas las prestaciones de ley establecidas en el Código Sustantivo del Trabajo. Sin embargo, frente a cada fallo, las empresas se hacen las de la vista gorda.
Espera pronto la segunda parte.
